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Reino Unido aplicará aranceles a carne de vacuno, cerdo, lácteos, coches y cerámica en caso de ‘Brexit’ sin acuerdo

El Reino Unido impondrá aranceles a varios productos procedentes de la Unión Europea (UE) -como la carne de vacuno y cerdo, los vehículos terminados, la cerámica o algunos lácteos, entre otros- en caso de Brexit sin acuerdo. El Gobierno británico ha publicado este miércoles su plan, que -además- pretende eludir la amenaza de una ‘frontera dura’ con Irlanda al garantizar que no se impondrán controles adicionales sobre los bienes que atraviesen la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.

El nuevo sistema arancelario estaría en vigor durante 12 meses a partir del momento en el que se produjera la salida del Reino Unido de la UE. Según los cálculos del Gobierno británico, el 18% de los productos comunitarios pasarían a pagar aranceles -hay que recordar que ahora ninguno tiene que afrontar tarifas adicionales-, por lo que el 82% seguiría en la misma situación que en la actualidad.

De llevarse a cabo, la nueva política arancelaria temporal podría impactar en sectores claves de la economía española. Uno de ellos es el motor: los coches terminados llevarían una tarifa del 10,6%, lo que afectaría a la marca automovilística española Seat (integrada en el grupo alemán Volkswagen). Otro de los más afectados sería el azulejero y cerámica, a cuyas exportaciones se impondrían una tarifa del 5%, mientras que el textil -con gigantes como Inditex a la cabeza- afrontaría un arancel del 12%.

El agroalimentario es otro de los más afectados, ya que estarían sujetas a aranceles las importaciones de carne de vacuno, de cordero, de ave, de algunos productos lácteos -como la mantequilla o algunas variedades de queso- y del cerdo. Esto obligaría a pagar un suplemento del 10,2 euros por cada cien kilogramos de jamón serrano. El objetivo de esta medida es proteger a los agricultores y productores del Reino Unido de importaciones baratas.

Las únicas exportaciones comunitarias que no estarían sujetas a las nuevas tarifas serían las que transiten entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, a fin de mantener esta barrera abierta, clave para el proceso de paz. En ese escenario, los controles sobre productos de la UE en tránsito hacia Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia) se harían en Irlanda del Norte, lo que presenta riesgos para un aumento del contrabando, señala Efe.

Más importaciones sin aranceles tras el Brexit que antes

Más impacto tendrían aún las nuevas tarifas en las importaciones de otros mercados. Y es que el 92% de las de fuera del bloque comunitario no pagarán aranceles, frente un 56% de productos libres de tasas en la actualidad. De esta forma, el 87% de todas las importaciones británcias estarían exentas de pagar estas tarifas, más del 80% actual.

El Gobierno británico ha calificado la medida como “modesta liberalización”. “Nuestra prioridad es garantizar un acuerdo con la UE que permita evitar perturbaciones de nuestras relaciones comerciales globales”, ha indicado el ministro británico de Comercio, George Hollingbery. “No obstante, debemos estar preparados ante cualquier eventualidad”, ha añadido, según Europa Press.

El sector empresarial británico ha criticado esta política. La directora general de la patronal CBI, Carolyn Fairbairn, ha asegurado que, de aplicarse, supondría “un mazazo a la economía“. Además, en declaraciones BBC Radio 4, Fairbairn ha lamentado que las empresas “no tendrían tiempo de prepararse” para el mayor cambio comercial desde el siglo XIX.

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