Firmado un acuerdo para frenar la diseminación transfronteriza de patógenos
Camboya, República Popular Lao, Myanmar, Tailandia y Vietnam han firmado un acuerdo con China y la FAO para promocionar el consumo de carne de forma segura.
La la preocupación por la propagación de enfermedades entre los países del sudeste asiático ha propiciado la firma del Proyecto de Cooperación Sur-Sur FAO-China, que incluye una serie de herramientas destinadas a afrontar las enfermedades que afectan al ganado.
Este acuerdo es de importancia global, dado que el 65% de la población mundial de cerdos se concentra en Asia y con la creciente demanda de carne, el impacto económico de las enfermedades porcinas es muy alto.
Las autoridades veterinarias y sanitaria de los países participantes trabajarán de forma conjunta con expertos chinos y de la FAO para implementar mejores prácticas sanitarias y protocolos de comercialización transfronterizo.
Un riesgo creciente
El incremento de la demanda de alimentos en Asia implica que aumentarán su nivel de producción, y en consecuencia, el riesgo asociado al comercio transfronterizo del ganado.
Es por ello que se hace necesario implementar controles efectivos para enfermedades como la Fiebre Aftosa, habiéndose estimado que con un programa de control y erradicación de esta enfermedad en el sudeste asiático supondría un beneficio superior a los 70 millones de dólares.
Las condiciones climáticas y socioeconómicas de los países del sudeste asiático favorecen la aparición y propagación de brotes de enfermedades infecciosas, lo cual conduce a pérdidas económicas millonarias.
“Claramente hay una necesidad de avanzar con mayores controles en esta región, y la FAO está muy complacida de trabajar con China y los países de la región del Mekong para ayudar a controlar la propagación de enfermedades transfronterizas de los animales“, dijo Kundhavi Kadiresan, subdirector de la FAO y representante general y regional para Asia y el Pacífico.
El Proyecto de Cooperación Sur-Sur FAO-China está financiado por el gobierno de Pekín e implementado por la FAO.
Este tipo de iniciativas, aunque pueda parecer que nos queda lejos y que no nos afecte en Europa, es de vital importancia en un mundo globalizado en el que la propagación de enfermedades se ve facilitada por los movimientos y el comercio internacional.