Noticias

Galicia regala el valor añadido de una carne de potro que cría pero no vende

Galicia es una potencia en la producción de carne de caballo y de potro. Lo acreditan así en la asociación de criadores de Cabalo Pura Raza Galega (Puraga), donde aseguran que la comunidad abastece a buena parte de Europa con sus productos. Lo hace a través de Italia, que es quien compra principalmente la carne gallega para, posteriormente, distribuirla en los países nórdicos o en Japón. Y es que el valor añadido que podría generar este producto no se queda en la comunidad. Una situación que en Puraga quieren cambiar. «Moita da carne que se produce en Galicia se mata en Asturias e se vende a Italia, que a distribúe por Europa. Nós queremos que se produza en Galicia, se mate en Galicia e se comercialice dende Galicia», explica Isabel Casariego, veterinaria de la asociación. Su trabajo ha comenzado por intentar que en la comunidad se valore este producto que, actualmente, está amparado por la marca Potro Gallego y por el logotipo 100 % raza autóctona, que acaba de concederle el Ministerio de Agricultura.

Fue en el año 2005 cuando Puraga se puso en marcha al darse cuenta de que se estaba perdiendo la raza Cabalo Galego. Son estos unos animales que siempre se crían en libertad, en los montes, aunque de una manera controlada, asegura Antón Vázquez, director técnico de la asociación. Y es que ellos apuestan porque la labor la lleven a cabo ganaderos profesionales, que atienden a los animales y los cuidan preocupándose mucho por su bienestar. «Non se trata de soltar aos animais no monte e listo. Teñen que estar dispostos a investir en benestar animal, a poñerlles un chip e a coidalos», insiste. La asociación cuenta con entre 1.450 y 1.500 inscritos, dependiendo del año. «E, en xeral, temos unha poboación moi avellentada e con problemas de recría», añade Casariego.

La buena noticia es que el precio que se paga por la carne de estos animales es elevado. «É o bo que temos, que nos últimos anos o prezo está crecendo e nunca estivo tan alto», añade. Reconoce que la comunidad es la que más carne de potro y caballo exporta, pues aquí se dan las condiciones idóneas para la producción de estos animales. El problema es que en Galicia solo se crían los animales. Estos se sacrifican en mataderos del resto de España, que se los venden a los italianos, encargados de distribuirla por toda Europa y hasta Japón. Esto significa que todo el valor añadido que podría generar esta actividad se pierde. «Galicia é a principal produtora de España e a carne do noso país conta cunha trazabilidade e sanidade que é pioneira en Europa», explica Casariego. Nuestro principal competidor sería Polonia, «que non ten unha trazabilidade tan boa», o Argentina y Brasil, «que teñen problemas co transporte», añade. De ahí que el producto gallego esté teniendo tan buena salida y cuente con una elevada demanda en el país italiano.

 

Acreditaciones de calidad

«En Galicia sempre houbo moita cultura da carne de poldro, e incluso había carnicerías que vendían só este produto. Pero dende hai 20 ou 30 anos perdeuse», añade Casariego. Poner en valor este alimento es lo que busca ahora Puraga. Para ello cuenta con dos marcas de calidad. La primera es Potro Gallego y a ella se acoge toda la carne que se proviene de animales menores de 18 meses que, además, fueran criados al lado de sus madres, lo que significa que su alimentación se basó en leche y en os pastos más tiernos. «Admítese que se lle poida completar con forraxe en determinados momentos do ano», argumenta esta veterinaria, que sostiene que lo que se busca con estas medidas es que los canales que se comercialicen sean similares y respondan a unos estándares de calidad. A mayores, los padres del animal tienen que estar inscritos en el libro genealógico de la asociación, que certifica que son de pura raza Cabalo Galego. Así pueden lucir, también, el distintivo 100 % raza autóctona, que acaba de otorgarles el ministerio. «Puraga fai análises xenética e morfolóxica de todos os poldros e os inscribe no libro de rexistro», añade. La asociación también organiza de forma periódica degustaciones por toda Galicia para dar a conocer este tipo de carne. «Ten moitas virtudes, é unha carne que ten moito ferro e que, ademais, é moi doado asimilalo. Está recomendada para xente con anemias ou que pasa por tratamentos de quimioterapia», concluye Antón Vázquez.

 

Caballos en el monte, una práctica que ayuda a conservar la masa forestal

«Hai montes nos que temos cabalos que están tan ben coidados que a xente pensa que son prados», asegura Antón Vázquez. Explica que, aunque en muchas zonas de Galicia esta práctica se perdió, en el norte de Lugo, sobre todo, se conserva y los ganaderos crían en el monte a estos animales que, a su vez, se convierten en unos aliados de la masa forestal, manteniéndola limpia de maleza y ayudando a prevenir los incendios. Pero Vázquez también demanda que los que se dediquen a la cría de caballos sean profesionales, ganaderos que de verdad se preocupen por estos animales y los tengan bien cuidados.

 

«Para que o monte estea ben coidado ten que haber un gandeiro profesional que saiba en todo momento onde están os cabalos, que coñeza ás eguas e que saiba se un cabalo se mancou», insiste Vázquez. Explica que la mayoría de los caballos que crían estos profesionales están en grandes extensiones de terreno que están valladas. «Se crían en liberdade, pero témolos que ter pechados en recintos de 50 ou cen hectáreas», cuenta. Con ello se evita que estos animales ocasionen daños en cultivos cercanos cuando bajan a buscar comida.

 

En muchos casos, los terrenos que ocupan son de comunidades de montes, que encuentran aquí una forma sostenible de explotar su masa forestal. Es el caso de la comunidad de montes de San Andrés de Boimente, en Viveiro. Una entidad que desde Puraga consideran referencia de la ganadería en extensivo por el manejo y mantenimiento de los pastos y también del ganado, del que cuidan especialmente su bienestar. Actualmente tienen alrededor de 200 yeguas entre cruzadas y Pura Raza Cabalo Galego.

Ventas online

Puraga también está estudiando fórmulas para comercializar ellos mismos la carne de potro que producen, pero no es tarea sencilla. Actualmente hay varias carnicerías que comercializan este producto, pero la asociación intenta también hacerlo a través de su página web. La experiencia, por ahora, no ha resultado. «Como hai pouca demanda o transporte sáenos moi caro», explican. Por eso se están buscando fórmulas alternativas que permitan hacer llegar esta carne a los consumidores interesados. «Estamos a ver se dándolle forma de lote se poden equilibrar os costes», insisten. Venderla en Galicia permitiría que todo ese valor añadido que ahora se pierde quedara en la comunidad.

En la web