Estabilidad en la evolución del sector porcino en Francia
Según informaciones de AHDB, la producción de carne de cerdo francesa se mantuvo estable en 2018 en 2,18 millones de toneladas, con 23,5 millones de cerdos sacrificados. Las importaciones de carne de cerdo aumentaron en poco más del 1% a 295.000 toneladas de peso del producto.
España siguió siendo el mayor proveedor, con más del 70% de las importaciones, seguida de Alemania con un 10% y Bélgica y Dinamarca con un 5% cada una.
Las exportaciones francesas de carne de cerdo también crecieron en un modesto 1% a 429.000 toneladas en el año. Más de 100.000 toneladas fueron a Italia, con China como el segundo mayor receptor con 47.000 toneladas, un ligero descenso en comparación con 2017.
Francia exportó 24.700 toneladas de carne de cerdo fresca/congelada al Reino Unido, según los datos comerciales de Francia, y más de 9.000 toneladas de productos elaborados como salchichas. Esta fue una disminución en comparación con 2017 y, de hecho, las exportaciones francesas de valor agregado disminuyeron a la mayoría de los destinos el año pasado.
Ante estas cifras, pedemos ver cómo este segmento de la cadena cárnica francesa está centrado en cubrir la demanda nacional. Según FranceAgriMer, más del 50% de la producción francesa se convierte en productos de charcutería. Alrededor de un cuarto, principalmente lomo, se vende fresco, y el otro tercio se exporta.
Tres cuartas partes del consumo francés están en forma de productos de charcutería, el resto es carne de cerdo fresca. La producción de productos delicatessen asciende a 1,2 millones de toneladas.
AHDB también estima que debido a su papel exportador, el sector porcino francés se podría ver perjudicado por la llegada de la PPA al país. La mayor parte de la producción de cerdos de Francia se concentra en el oeste, pero la frontera del norte de Francia está muy cerca de los brotes belgas en el jabalí.
Más de 500 jabalíes infectados se han descubierto en Bélgica, con dos casos encontrados a 1 km de la frontera con Francia. Francia ha respondido creando una “zona blanca” de 141 km² alrededor de la frontera, en la que todos los jabalíes deben ser eliminados. También se ha construido una cerca eléctrica de 60 km, con una extensión adicional prevista.