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Los productores gallegos de carne, contra el cambio de dieta que propone la ONU

Las Naciones Unidas difundieron esta semana el informe Suelo y seguridad alimentaria, a través del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. De este estudio trascendieron principalmente dos datos: la alimentación es la responsable del 37 % de los gases de efectos invernadero, y la carne supone casi la mitad de esa cifra, con la ternera como el alimento que más huella de carbono genera. En conclusión, debemos consumir menos carne si queremos frenar el cambio climático. Pero, ¿qué opina el sector afectado? Y, sobre todo, ¿qué consecuencias tendría esta reducción?

En el 2018, tan solo en Galicia se produjeron más de 91.000 toneladas de vacuno. En nuestra comunidad hay 32.671 granjas, de las cuales 20.919 producen carne (las restantes están dedicadas a la leche). Con el cerdo en cabeza y la vaca en tercer lugar, cada gallego come casi 50 kilos de carne fresca al año. La comunidad tiene la cuarta cifra de consumo más alta de este producto en España y es, por tanto, una de las que más sufriría las consecuencias si este se reduce.

La primera factura vendría en el mercado laboral. El sector vacuno da empleo directo a unas 150.000 familias. En España se produjeron en el 2016 unas 638.000 toneladas de carne al año, de las cuales se exportaron 170.000. La cifra de negocio ronda los 2.760 millones de euros, de los cuales 900 millones vienen por la exportación. Somos el cuarto mayor productor de la Unión Europea, y ocupamos la posición 14 en el ránking mundial.

El director de Provacuno, Javier López, asegura que la propuesta del informe de la ONU, que aboga por una disminución de la carne en nuestra alimentación es «un calco de nuestro modelo de consumo, la dieta mediterránea: hay que consumir con normalidad y moderación todo tipo de productos». Según el Ministerio de Agricultura, las actividades ganaderas y agrícolas generan un 10,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, y el sector vacuno en concreto representa el 4 %. López afirma que «se está trabajando e investigando para disminuir todavía más esos gases. Hay proyectos que pretenden una reducción del 15 %, utilizando técnicas que mejoran la producción».

La ONU sugiere reemplazar la carne de procedencia animal por otras sintéticas, producidas en laboratorios. Mientras que algunos ven en este movimiento un esfuerzo más por cuidar el medio ambiente, algunas asociaciones productoras de carne denuncian los intereses ocultos que, según ellos, promueven estas prácticas, en las que se invierten muchos millones de euros.

«Estamos cansos e fartos no sector da produción de carne dos ataques indiscriminados que estamos sufrindo nos últimos meses, que me parecen gratuítos e moi pouco avalados cientificamente, e que están prexudicando gravemente ao sector», asegura Jesús González, el gerente de Ternera Gallega, quien achaca a estos ataques el descenso del consumo de carne. Este se redujo un 2,9 % en España el año pasado, aunque la caída es más acusada en el caso del vacuno: del 5,2 %. La producción gallega no es excepción, pues también bajó un 4,8 % el año pasado.

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